"Lo mejor del deporte son las amistades que deja"

9 de julio de 2011

ESTOS SON NUESTROS TAMBIEN

Mundial Argentina 2002
Sexto lugar
En la Copa del Mundo jugada en Argentina, la Selección estuvo cerca del quinto lugar pero no pudo contra los italianos y cayó en un 3-2 muy cerrado. El plantel: Milinkovic, Weber, Spajic, Conte, Elgueta, Bidegain, Pablo Meana, Giani, Darraidou, Porporatto, Ferraro y Patti. Técnico: Carlos Getzelevich.



Argentina y los mundiales



Más allá de los mundiales en casa con el bronce en el 82 y el 6º lugar en el 2002, la participación argentina en las Copas del Mundo fue la siguiente:




1960 - 11º.

1978 - 22º.

1986 - 7º.

1990 - 6º.

1994 - 13º.

1998 - 11º (foto).


2006 - 13º.

En las otras copas del mundo no participó.

HISTORIA PURA





Sedes y campeones



Checoslovaquia 49: URSS.

URSS 52: URSS.

Francia 56: CHECOS.

Brasil 60: URSS.

URSS 62: URSS.

Checoslovaquia 66: CHECOS.

Bulgaria 70: ALEMANIA D.


México 74: POLONIA.

Italia 78: URSS.

Argentina 82: URSS.

Francia 86: EEUU.

Brasil 90: ITALIA.

Grecia 94: ITALIA.

Japón 98: ITALIA.

Argentina 02: BRASIL.

Japón 06: BRASIL.

HACIENDO UN POCO DE HISTORIA

Mundial Argentina 1982
Medalla de bronce





Argentina logró como local un histórico tercer puesto. Dos triunfos en primera rueda (Túnez y México) y caída con Japón. En Cuartos le ganó a Canadá, Corea, China y Alemania. En semis le tocó Rusia (campeón) y se tomó revancha de los japoneses por el bronce. El plantel: Carlos Getzelevich, Hugo Conte, Daniel Castellani, Esteban Martínez, Carlos Wagenfield, Miguel Solari, Waldo Kantor, Raúl Quiroga, Jon Uriarte, Alcides Cuminetti, Leonardo Wiernes y Alejandro Diz. Técnico: Young Wan Sohn y ayudante Julio Velasco.

FRENARON LA ILUSIÓN




09-07-2011 Brasil, último campeón y con nueve estrellas en su historia, bajó a los chicos argentinos y se llevó la semifinal en tres sets: 25-22, 42-40 y 25-23. Argentina estuvo cerca, pero no pudo con la experiencia brasileña. Queda el bronce.

Cuando uno queda tan cerca de lograr algo queda una sensación de desilusión. Pero en el caso del vóley no se permite ese sentimiento porque llegar a una semifinal ya fue un logro inesperado. Sí es cierto que ante Brasil se jugó de igual a igual, que no hubo mucha diferencia entre un equipo y otro, que pudo haber sido otro el resultado, pero eso es un detalle. Lo mejor de este equipo está por venir.

Los rostros de los brasileños al finalizar el encuentro mostraron respeto. Ese es el mayor logro de un equipo que se metió entre los grandes y ya sabe que a nadie le va a causar gracia tener que enfrentarlos. En la definición de cada set pesó la experiencia de los de amarillo. En el primero jugaron un poco más sueltos y lo sellaron 25-22.

El segundo parcial fue de lo mejor que se haya visto en el torneo. Tras un bloqueo de Conte los de Weber se pusieron 19-16, pero inmediatamente permitieron la reacción rival. Todo siguió igualado hasta que estando 28-27, Pereyra pegó una pelota en la línea, que los jueces dieron mala. Era el set, pero la Canarinha se lo llevó por 42-40. Eso fue clave. Brasil se sintió más cerca de la victoria y para Argentina fue todo cuesta arriba.

En el tercero Conte y compañía no se cayeron y dieron pelea. Hasta que, una vez más, la experiencia jugó a favor de los multicampeones. Ahora queda la pelea por una medalla de bronce ante el perdedor de Rusia y Polonia (este domingo desde las 12). De todas formas ya se ganó algo más importante: el respeto de un planeta entero

Liga Mundial | HOY LA FINAL EN POLONIA: ESPN+, DESDE las 12






09-07-2011 El grupo coincide: por antecedentes y por estilo, el clásico ante la verdeamarela es el partido soñado.

Hay un nombre que provoca terror en casi todo el planeta vóley: Brasil. Como aquellos pobres ucranios del Shaktar Donets que se agarraban la cabeza cuando en el sorteo de la Champions League salió la bolilla de Barcelona, no hay una selección a la que le guste enfrentarse a la máquina de ganar que dirige Bernardinho, un equipazo que en lo que va del siglo XXI ganó ocho veces la Liga Mundial, tres mundiales y un oro olímpico. Mejor dicho, sí hay un team al que no le tiembla el pulso y se agranda con la verdeamarela enfrente: Argentina.

“No voy a descubrir nada, son el mejor equipo del planeta. Pero nosotros tenemos la actitud y el estilo para ganarles. Generalmente los complicamos porque a ellos no les gusta que les escondan la pelota, que les cambien los tiempos. Si ellos juegan al ataque te pintan la cara. Pero estamos como para ganarles. Yo estuve en el último triunfo grande, en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Y ahora soy el DT; lindo momento para repetir el festejo, je”, le confesó Javier Weber a Olé en relación con el encuentro que hoy definirá a uno de los finalistas de esta Ronda Final 2011 en Gdansk (se verá por ESPN+, desde las 12). En la otra semifinal en el moderno Ergo Arena se cruzarán los locales ante los rusos, que vienen de darle una paliza a un equipo brasileño que no puso toda la carne al asador.

Los dirigidos por Weber comparten la sensación de que ésta puede ser la primera victoria en el clásico del historial en la Liga (para tener en cuenta: se cruzaron en las anteriores tres apariciones argentinas de la ronda decisiva y en Córdoba, los llevamos a un tie-break que con el rinde 2011 se podría haber ganado). Facundo Conte, con pinta de MVP del torneo, afirmó: “Queríamos a los brasileños. Su juego nos conviene más que el de los rusos. Y ganarles tiene otro gustito. Además, jugamos muchas veces contra ellos y los conocemos. En juveniles les ganamos (ver De hijos ), pero con la Mayor hasta ahora no pude en los tres que jugué. Con el equipo que tenemos, si estamos al ciento por ciento, no es ninguna utopía dejarlos en el camino”.

Facundo Solé, compañero de andanzas desde épocas juveniles, es un poco más tímido para arrancar. Pero, como frente a la red, en cuanto agarra vuelo no para. “Creo que tenemos chances, ¿no? Vamos a salir a buscar el triunfo con todo. Como estamos jugando nosotros, con la confianza que tenemos, puede pasar cualquier cosa. Yo me tengo mucha fe”.

6 de julio de 2011

MUNDIAL DE VOLEY

“Yo aposté alto y nadie nos creyó”






Muchos decían o escribían que nos volvíamos en primera ronda”, se despachó el coach.

Tal vez haya sido por los gritos. Tal vez haya sido porque la carraspera llegó a su final y esa picazón, la de días y noches de angustia, ya había transformado esa garganta en seda. Javier Weber acabó su primer Mundial como entrenador, el sexto de su larguísima carrera, liberando lo que venía conteniendo desde su borrón y cuenta nueva. Desde su tute post 0-14 en la World League y la renovación de un plantel que tuvo a viejos conocidos viendo Italia 2010, por TV, cómo unos cuántos jóvenes tomaban la posta en silencio.

El 9º puesto ya era un hecho y los players ya empezaban a buscar sus destinos cuando el DT se despachó a gusto. Catarsis que le dicen. “Yo aposté alto y nadie nos creyó. Muchos decían, muchos escribían, que nos volvíamos en la primera ronda. ¿Y qué día es hoy?”, se despacha Weber sin perder la calma ni siquiera el último día del Mundial. La procesión iba por dentro. Era hora de disfrutar. Aunque en un país exisista como el nuestro...

-¿Podrás explicar por qué un 9° puesto les cae bien en un país donde sólo vale ser campeón? -Estar entre los diez mejores le hace bien al vóley argentino. Es más, por cómo jugó el equipo, el 9° puesto es mentiroso. Lo dicen los italianos, lo dicen los brasileños: fuimos la revelación del torneo, todos comentan el futuro de este grupo. Vinimos a quedar entre los ocho de arriba pero los cruces no nos favorecieron. Jugamos con una entereza, soltura y agresividad que sorprendieron.

-En la previa buscabas recuperar la mística...

-Y se logró. Ese fue el máximo objetivo que logramos más allá de una buena posición: armar una mentalidad que nos permita jugarle de igual a cualquiera. Mentalidad que teníamos con el equipo anterior y que llegó a su techo. Por suerte, estos chicos no tienen límites. Por eso terminamos con seis triunfos y tres derrotas. Habría que ver si el sexto tuvo esos números (ver Posiciones ).

-En el balance grueso, ¿con qué te quedás? -Me gustó el juego en su conjunto. Hicimos hincapié en el saque y el ataque, con mucha velocidad de juego. Facundo (Conte) hizo un gran Mundial; De Cecco, también; Pereyra, Solé... El ‘dopo’ Milinkovic nunca fue fácil. A Marcos también le costó ser el killer, el arma fundamental del equipo. Mejor vamos despacito.

-¿Se puede hablar de la refundación del vóley? -Este grupo despierta la esperanza de ir cada día un poco más. Y creo que merecíamos otra cosa. Este es un punto de partida.

-Con el envión que traen, ¿no jugarías ya la Liga Mundial 2011? -Síiiii, me encantaría. Lo que pasó en estos 60 días de trabajo fue muy fuerte. Ojalá que cuando nos reencontremos podamos volver a vivir el placer que sentimos en este Mundial.

-¿Y Londres 2012? -La escalera se sube escalón por escalón. Si no el golpe al caer es mucho más duro. Igual, sueño. Y espero que este equipo haya hecho soñar a la gente. Para muchos, un 9° puesto puede resultar poco. Para mí, por cómo se presentó todo, es mucho. La próxima buscaremos el octavo lugar, y después el séptimo, y después... Pero de a poco. No te olvidés que decían que nos volvíamos en primera ronda...
MUNDIAL DE VOLEY
“Veo a este grupo y me acuerdo del 82”





Papá Conte compara a la tropa de Weber con los comienzos de la generación del bronce histórico.

La excusa lógica era Facundo, su hijo, su pollo. Pero su amor por la Selección jamás se detuvo. Como su barbita candado exclusiva. Hugo Conte, el mejor jugador argentino y uno de los mejores 25 del mundo en la historia, fue testigo de los nueve partidos que vino a jugar Javier Weber, del preciado noveno puesto mundialista. Estuvo siempre, con la lengua y el oído a disposición de su amigo el coach. Y aunque la paternidad lo haga juez y parte en el asunto, a la hora del balance, su palabra pesa.

-¿Qué se escondía detrás de este equipo? -Hambre. Ganas de demostrar. Tuvieron que sacarlos muertos de la cancha para ganarles. Y saben que tendrán muchos años más juntos. Todo fue súperpositivo.

-Habrá que trasladar el 1º del ranking juvenil para arrimar el bochín.

-El vóley de mayores es otro deporte. En el país, tenemos algo que en Europa no existe: los clubes. Chicos motrizmente fuertes y desarrollados porque van a los campitos y tocan 400 veces la pelota por tarde jugando a lo que sea. El tema físico de los europeos lo suplimos con técnica y viveza. Entre los grandes es otra cosa: te viene el ruso Muserskiy con sus 2,17 metros y se acabó.

-Una Argentina muy joven en el tp ten. ¿Alguna comparación? -Jon Uriarte comenzó este proceso hace tres años cuando se dio cuenta que, por problemas de DNI, tenía que empezar a buscar jóvenes y a mecharlos con grandes de nivel como Marcos Milinkovic. Yo veo a este grupo y me acuerdo del 82, del proceso que empezamos en el 80 con el coreano Sohn. Jugamos mucho, perdimos mucho, nos pegaron mucho. Pero al Mundial 82 llegamos bien y nos fuimos haciendo partido a partido.

-¿También ponían el pecho en las dificiles? -Durante muchos años fuimos de punto pero, cuando encontramos la madurez, empezamos a ir por cosas importantes. Estos chicos ya tienen otra confianza.

-¿Se podrá hablar, al fin, de un resurgimiento del vóley argentino? -Hay que volver a ganar las escuelas: el handball ha tomado su espacio. La Liga Nacional debe seguir creciendo y los resultados tendrán que ser la locomotora de un movimiento que los dirigentes deberán apoyar fomentando la participación en Menores, Juveniles y Mayores. Estos pibes, entre los diez mejores del mundo, pueden ser el mejor espejo para las generaciones que vienen. Los resurgimientos tienen que ser cada vez mejores...